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El sentido de la vida es vivirla

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Qué significa tener una vida buena? Esta pregunta puede tener un sinfín de respuestas, porque para cada persona tiene diferente significado, puede ser la solvencia económica, el tener una familia, el logro académico, el posicionamiento laboral, los valores, el tiempo, etc. Es así que cada ser a lo largo de su vida dirige sus esfuerzos a conseguir esa “buena vida” que se ha planteado o que en muchos casos ha heredado de sus antepasados.

El sentido de la vida es vivirla - BienestArt

Sin embargo, más allá de cada concepto una buena vida puede entenderse en todo aquello que nos conecta con lo más profundo del corazón y de nuestra alma, independientemente de las cosas que cada uno vivencia, piensa o siente. Este es un trabajo de autoconocimiento, de poder ahondar en cuales vendrían a ser nuestras directrices y que estamos haciendo actualmente para poder llegar a ese fin tan preciado.

Este camino no suele ser tan fácil como parece, ya que desde que somos niños nos hemos ido enfrentando a situaciones de ganancia como de pérdida, momentos agradables y otros no tanto. Entonces ¿una buena vida es aquella en la que ganamos constantemente, donde la “buena suerte” esta de nuestro lado? La psicóloga Valeria Schawlb nos cuenta una anécdota junto a un médico pediatra respecto a esta pregunta:

A los bebés les damos chupete, la teta, la mamadera, les ponemos pañales y luego debemos ir quitándoselos porque ya no les hacen falta y pasado determinado tiempo no les es beneficioso sino perjudicial para su desarrollo. Debemos enseñarles a perder desde muy chiquitos, porque si no sueltan esos elementos tienen consecuencias no favorables para su crecimiento. Lo que en algún momento es muy importante, luego deja de serlo como una sucesión natural de hechos que son parte de nuestro crecimiento.

Es en este momento donde le surge el darse cuenta que desde que nacemos hasta que llega nuestro último minuto de aliento vamos perdiendo sin darnos cuenta, pero estas pérdidas también significan una ganancia, siempre y cuando sepamos integrarlas/aceptarlas como parte de un proceso, aprender a tolerar la frustración, aprender a elegir y tomar decisiones. Y así mismo logramos tener múltiples ganancias sin darnos cuenta que suceden, muchas veces minimizando su valor.
Joan Garriga nos muestra algunas premisas importantes para saber ganar sin perderse y saber perder ganándose a uno mismo:

  • Darle a la vida lo que tienes para darle: Desarrollar audacia, arriesgarse, invertir nuestra energía en lo que deseamos y nos hace feliz de forma auténtica.
  • No ser un impostor: es decir que muchas veces tratamos de dar lo que no tenemos, inventamos un personaje, no utilizamos nuestros dones y hacemos todo lo contrario a ellos, para esto se desarrolla la autenticidad y ser capaces de mirar nuestra propia verdad.
  • Toma de consciencia: poner atención a lo que somos, a sentir profundamente, concéntrate en estar contigo y mantenerte cerca de ti, se trata de una tarea constante ya que siempre estamos en movimiento, cambiando y experimentando diferentes cosas. No estamos acabados.

Continuamos viviendo un tiempo de pandemia que poco a poco se va asentando y que cada persona le ha dado su significado propio, para muchos ha sido un despertar, para otros una zona de confort o caso contrario una lucha contra la incertidumbre y el temor.
Podemos haber vivenciado la pérdida de trabajos, de dinero, de seres queridos, de viajes, planes y sueños, sin embargo, también han podido ocurrir ganancias que no las hicimos conscientes. No es tarde. Nos hemos acostumbrado a vivir en el tiempo de lo que ya paso y de lo que pasará, cuando tenemos el gran regalo de tener un presente. Recuerda que el sentido de la vida es vivirla y es lo que justamente estás haciendo ahora.

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Si nunca dejamos de descubrir podríamos conocer un modo de Vivir y Estar plenos que aún desconocemos...

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