Bienestart logo horizontal

Neuroplasticidad – Cerebro deplastilina

Neuroplasticidad Cerebro de plastilina

Blog Descúbrete

Esa es la imagen que tenía en la mente cuando escuché el concepto de “plasticidad cerebral”, que no está muy alejado de lo que puedes estar pensando en este momento. ¿Cómo es la plastilina? Es algo suave que se le puede dar forma con cierta facilidad y que se acomoda o “adapta” según cómo estemos moldeándola. El cerebro es parecido: suave, frágil y se adapta muy bien a todo lo que vivimos día tras día.

Esto es posible gracias a que el cerebro está conformado por cerca de 86 millones de células llamadas neuronas que se conectan unas a otras como tejiendo una telaraña con varios puntos de unión (que llamaremos sinapsis). Esta formación cerebral se da en todas las personas y casi en los mismos períodos de desarrollo gracias a que los “arquitectos” de nuestro organismo: los genes, están permanentemente guiando cómo se desarrolla el cerebro, la forma en que se conectan las neuronas y cuándo tienen que hacerlo. Aunque esta no es la única razón por la que nuestro órgano rector tiene la capacidad de adaptarse a los cambios.

Neuroplasticidad - Cerebro de plastilina - BienestArt

Esto no es el final, ni si quiera es el comienzo del final. Estamos más bien al final del comienzo… Windston Churchill

La segunda razón es la experiencia, todo lo que pensamos, sentimos, hacemos y que también nos sucede tiene gran injerencia en cómo continúa desarrollándose este órgano. Esto quiere decir que las vivencias de una persona cuando tenía 3, 15 o 50 años van a influir en el desarrollo y vitalidad de esta agrupación de millones de células.

Esto es posible gracias a dos capacidades que tiene este órgano extraordinario: La primera es que todo lo que hacemos, pensamos y sentimos inicia en el cerebro, en conexiones de neuronas (conexiones sinápticas) que se dan en apenas unas cuantas fracciones de segundos. Y la segunda es que todo lo sentimos, pensamos y vivimos también regresa a nosotros y modifica a nuestro cerebro.

Dicho de otro modo, estamos permanentemente en un proceso de modificación cerebral presente en cualquier etapa de nuestra vida; todo lo que nos rodea, lo que vivimos y lo que pensamos va a influir en nuestras conexiones sinápticas y organización cerebral (cómo se ordena la telaraña de conexiones que mencionamos al principio). Por eso es necesario preguntarnos ¿cómo estamos? ¿cómo estamos viviendo? ¿en qué estamos pensando? ¿qué me está rodeando?… con la intención de recordar y sentirnos como personas activas, responsables de nuestra salud mental (nuestro órgano de plastilina).

Para moldear adecuadamente nuestro órgano de plastilina (por la neuroplasticidad) y cultivar en nosotros una sensación de bienestar en general podemos hacer lo siguiente:

  • Dormir lo necesario, si bien se sugiere entre 7 u 8 horas, cada persona tiene un organismo único, por lo que puede conocer poco a poco cuánto es el tiempo necesario para sí misma.
  • Tener una dieta balanceada que incluya proteínas vegetales, frutos secos, vitaminas a, zinc, hierro, yodo, pescados y verduras; tomar una generosa cantidad de agua y antioxidantes (frutas como arándano, piña, fresa, etc).
  • Realizar actividad mental con regularidad, podemos llenar sudokus, pupiletras o juegos mentales de aplicaciones como Juegos Mentales (de Midware Consulting), Brain Test (de Unico Studio), Juegos de Memoria (de Maple Media), Easy Game (de Easybrain), entre otros.
  • Contraer el hábito de la lectura, quizá antes de dormir, para calmar los pensamientos y mejorar nuestra higiene del sueño. No tiene que ser demasiado exigente, podemos empezar con un párrafo por noche, y aumentar párrafos en el transcurrir del tiempo.

Referencias:
Kandel, E. (2008). En Busca de la Memoria.
DeFelipe, J. (2018). El cerebro. Ed. National Geographic.

Escrito por:
Ricardo M. Lajo Alvarez

Facebook
WhatsApp
Telegram
Email
Imprimir

Si nunca dejamos de descubrir podríamos conocer un modo de Vivir y Estar plenos que aún desconocemos...

Blog Descúbrete

Deja un comentario