A continuación, te dejamos algunos datos que pueden ser de utilidad para iniciar con esta construcción de una salud integral, los cuales son fruto de múltiples investigaciones y nos pueden servir en este tiempo.

1. Actividad física: Además de los efectos positivos en nuestro organismo y a nivel físico, como la disminución del riesgo a sufrir enfermedades, el fortalecimiento de la musculatura y el desarrollo de la motricidad, se ha comprobado la influencia del ejercicio en nuestro cerebro, mejorando la eficacia en procesos cognitivos, en el nacimiento de nuevas neuronas en áreas relacionadas al aprendizaje y la memoria, y finalmente puede aportar sobre el bienestar psicológico (estrés, ansiedad, fatiga, etc.). En este periodo que puede resultar difícil realizar algunos tipos de ejercicios, busquemos alternativas y sobretodo mantengámonos en movimiento durante nuestras actividades de la vida diaria.
2. Alimentación equilibrada: La dieta debe ser variada y estar acorde a la situación de cada persona. En algunos estudios se valoró la dieta mediterránea como una buena alternativa para reducir el riesgo de deterioro cognitivo. En este sentido es adecuado consultar con un especialista para poder saber que necesidades alimenticias tiene nuestro organismo y más allá de que comemos es importante como lo comemos. Por ultimo evitar todos aquellos vicios o productos que son dañinos, así como los excesos.
3. Descanso: Este acto permite que nuestro cuerpo se renueve, teniendo un rol importante en la cognición y rendimiento en general. Muchos datos apuntan a que lo más adecuado es dormir entre 7-8 horas, sin embargo, es bueno tener en cuenta la individualidad de cada persona, ya que no todos respondemos de la misma manera, para esto es adecuado conocer nuestro ritmo de sueño y establecer rutinas. Así mismo hay que procurar tener una buena higiene del sueño.
4. Actividades de ocio: a raíz de las preocupaciones o rutinas establecida para cada persona, se nos olvida el tener momentos de ocio ya sea de manera individual o como seres queridos, por tanto, es adecuado darnos un espacio para disfrutar de actividades que sean agradables para nosotros, lo cual puede tener un impacto positivo a nivel emocional y en el bienestar en general.
5. Relaciones sociales: mantengamos nuestras relaciones sociales, evitando aislarnos totalmente. Pasa que, en estas circunstancias a pesar de estar con la familia, estamos “ausentes” en nuestras ocupaciones, es bueno tener momentos de compartir. Además, podemos utilizar medios electrónicos para comunicarnos con otras personas que están lejos y poder mantener/fortalecer algunos lazos.
6. Planificación: El establecernos planes y organizar nuestras actividades, nos permitirán poder distribuir nuestro tiempo de manera óptima, así mismo hacernos consientes de las actividades que realizaremos y tener prioridades. Esto ayuda a que nuestra atención se dirija más a lo propio que a las preocupaciones sobre la situación actual. Sin embargo, así como planificamos, debemos tener presente que es adecuado el ser flexibles y aceptar cambios de ser necesario, de esta manera evitaremos estrés innecesario, mantendremos un buen estado de ánimo y motivación.
7. Ejercita tu cerebro: muchos estudios han dado a conocer que el entrenamiento y la estimulación cognitiva producen cambios estructurales en el cerebro y fortalecer redes que mejoraran nuestro rendimiento. Por tanto, ahora que nos encontramos en casa podemos ejercitar nuestra mente a diario, haciendo juegos mentales, leyendo, aprendiendo nuevas cosas, haciendo cualquier actividad de arte, realizando cálculos, estimulando nuestra memoria, etc.
8. Relajación: Se recomienda implementar la respiración consiente y ejercicios derivados de este, de ser posible pueden buscarse otro tipo de actividades que puedan ayudar a relajarse, como meditaciones, yoga, relajaciones musculares, etc.
9. Reconocimiento y gestión emocional: cuando nos encontramos en situaciones conflictivas, es muy probable que nuestra mente, nuestros procesos cognitivos, nuestro estado de ánimo y desempeño físico se vea afectado. Por tanto, es importante conocer nuestras emociones, saber diferenciarlas, aceptarlas como parte de nuestra vida, expresarlas de manera adecuada y finalmente gestionarlas para que no se manifiesten de manera negativa. Recordemos que no existen emociones malas, somos nosotros los que las manejamos de formas inadecuadas.
10. Autonocimiento: Debemos ser sinceros con nosotros mismos, estamos acostumbrados a mirar hacia afuera y culpar por todo aquello que nos sucede o nos afecta, pero muy pocas veces miramos hacia adentro. Por tanto, es importante centrar nuestra atención en nosotros mismos y de ser necesario atrevernos a pedir ayuda profesional en cualquiera de los niveles en los que presentemos dificultades.

Finalmente es bueno recalcar que todo tendrá un efecto positivo siempre y cuando seamos CONSTANTES, es decir que lo hagamos siempre de ahora en adelante, incluyéndolos como hábitos para una vida saludable, si los utilizamos de vez en cuando quizá veamos algunos avances, pero no serán perdurables. Recuerda que somos seres integrales, el tener salud no es solo la ausencia de enfermedades, sino es el bienestar general en todas las áreas en las que nos desempeñemos.