Entre el año 2018-2019 iba culminando un periodo de aprendizaje que de alguna forma nos lanzaba a un mundo aún desconocido y hasta cierto punto incierto, un mundo en el cual se pondrían a prueba aquellos conocimientos que por 6 años recibimos en nuestra alma matter, así como en otras instituciones y en la propia vida.
En este punto de inflexión de cada uno, juntos, entre amistad y risas, surge un momento más sensible en el que los sueños salen a flote y las ideas surgen. En los próximos meses, con cierto temor y a la vez ímpetu, se iban entrelazando todas esas ilusiones, anhelos y proyectos, que de vez en cuando quedaban solitarios suspendidos en el aire a la espera de tomar acción y adueñarse de alguna forma más real.
Es así que este año 2020, llega el momento de la toma de decisión y acción para traer a la vida aquel sueño o dejarlo seguir su rumbo… sin embargo, lo que por momentos fue lejano llegó con fuerza en el tercer mes del año, y nos topamos con una situación que de un momento a otro revoluciono cada plan , cada rutina, cada vida de las personas a nivel mundial. En este momento donde la incertidumbre aún era comidilla del día a día, nos damos cuenta la necesidad que tenemos (todos) de encontrar espacios donde el crecimiento y la trascendencia personal sean alcanzables, y donde el bienestar emocional pueda construirse a punta de esfuerzo, decisión, voluntad y amor.
Hoy 21 de mayo del 2020 nace BienestArt, como una oportunidad para el proceso de descubrimiento y aprendizaje de cada persona, de nosotros mismos, en un trabajo conjunto, servicial, coherente y humilde, donde la creatividad, la felicidad y el compromiso formen parte del día a día, respetando a cada ser desde su propia esencia.